Autonomía bajo asedio: represión y resistencia en territorio zapatista
Al Ejército Zapatista de Liberación Nacional
A los pueblos de México y el mundo
A las organizaciones sociales, pueblos y movimientos anticapitalistas
Compañeros, compañeras, compañeres:
Con mucha rabia escribimos estas líneas para denunciar que el Estado mexicano intensifica las prácticas represivas más deleznables, ahora directamente contra nuestros compañeros José Baldemar Sántiz Sántiz y Andrés Manuel Sántiz Gómez, Bases de Apoyo del EZLN.
Desde el inicio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, se hizo evidente una postura de hostilidad hacia el movimiento zapatista. El asesinato del compañero Samir Flores Soberanes marcó con sangre una línea de continuidad en la represión, que ha seguido con los ataques de la ORCAO y que hoy se sostiene bajo la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien ha profundizado la violencia contra la autonomía de los pueblos zapatistas.
En lugar de buscar un diálogo respetuoso, el gobierno federal y estatal —ambos integrantes de la llamada “Cuarta Transformación”— han desplegado acciones militares, policiales y paramilitares contra comunidades indígenas organizadas. El pasado 24 de abril de 2025, en un operativo que incluyó al Ejército Mexicano, la Guardia Nacional, y otras corporaciones, se llevaron a cabo cateos sin orden judicial en la comunidad de San Pedro Cotzilnam, en el municipio oficial de Aldama, Chiapas, Región Autónoma Vicente Guerrero. La represión resultó en la detención forzada de nuestros compañeros José Baldemar Sántiz Sántiz y Andrés Manuel Sántiz Gómez, ambos tsotsiles.
Durante el operativo, también fueron robados un vehículo, una motocicleta, dinero en efectivo, mercancía, equipo de trabajo y un celular, como parte de una estrategia sistemática de despojo, hostigamiento y criminalización.
Esta escalada de violencia no es un hecho aislado. Forma parte de una guerra estructural contra los pueblos indígenas que defienden su tierra, su territorio, sus bienes naturales y su derecho a decidir cómo vivir. En un contexto global de crisis climática, donde el modelo capitalista extractivista sigue devastando bosques, ríos, montañas y comunidades enteras, la defensa territorial de los pueblos originarios representa una amenaza directa al capital. Y por eso, se responde con represión.
Los pueblos indígenas, como los zapatistas, no solo resisten: están construyendo en los hechos otros mundos posibles, con autonomía, justicia, equidad, y respeto a la vida. Por eso el poder los ataca. Porque en tiempos de colapso ambiental, social y político, su ejemplo es una esperanza radical y concreta para todos los pueblos del mundo.
Mientras las grandes potencias y gobiernos fingen acciones contra el cambio climático, son las comunidades indígenas quienes lo enfrentan directamente al cuidar la vida en sus territorios. En lugar de recibir reconocimiento, reciben militarización. En lugar de protección, reciben cárcel y muerte.
La represión actual contra las Bases de Apoyo Zapatistas es la continuación del “Plan Chiapas 94”, es una muestra de que la historia se repite: los pueblos que defienden la vida, enfrentan la violencia del Estado.
Por ello, hacemos un llamado urgente a la solidaridad internacionalista, a las redes de lucha, a los pueblos organizados y a las conciencias críticas del mundo para exigir:
¡Libertad inmediata para José Baldemar Sántiz Sántiz y Andrés Manuel Sántiz Gómez!
¡Cese inmediato de los operativos militares y policiales contra comunidades zapatistas!
¡Respeto irrestricto a la autonomía y libre determinación de los pueblos originarios!
Exhortamos a nuestras compañeras y compañeros en México y el mundo a difundir esta denuncia, a manifestarse frente a embajadas y consulados de México, a romper el cerco informativo y a levantar la voz por quienes hoy son perseguidos por vivir dignamente.
¡Porque defender la vida no es delito!
¡Viva la autonomía de los pueblos!
¡Viva la resistencia de los pueblos zapatistas!
