Pronunciamiento/Pronouncement

Español / Spanish

PRONUNCIAMIENTO FINAL

“A través de los espejos como reflejos de nuestras existencias-resistencias, miramos semejanzas y diferencias que develan la diversidad de raíces culturales en cada una de las geografías del planeta, donde cada entorno nos transforma y transmuta colectivamente.

Nuestros espejos proyectan vidas humanas con identidades, memorias e historias múltiples frente a los embates históricos. Aún en las diferencias culturales, nuestra historia es común cuando el despojo y la destrucción se configuran en los territorios, dejando dolor y sufrimiento humano, así como la destrucción y muerte de la madre naturaleza.

Estas experiencias denotan desafíos compartidos por sociedades, pueblos y comunidades organizadas en el planeta, que nos llevan a repensar, compartir y a su vez hermanarnos más allá de las fronteras, banderas y culturas. Recuperando el futuro en la adversidad.

Es así, que estas miradas a través del espejo, observan, sienten y sueñan con la otredad de quién mira del otro lado del mismo espejo”.


Por la Defensa de la Tierra, el Agua, los Territorios, la Justicia Climática y la Vida del Sur Global.

Con presencia de personas de los 5 continentes del planeta, representantes de los pueblos waorani, yaqui, purépecha, zapoteca, chatino, mixteco, ngiwa, chontal, wayuu, ikoots, sami, k’Ana, kanak, maya q’echi y nasalas, así como de las geografías conocidas como Colombia, Zambia, Aruba, Bonaire, Papúa Occidental, Baluchistan, Bolivia, El Salvador, Ecuador, Zimbabwe, Canadá, Perú, Benin, Alemania, Países Bajos, Guatemala, Suiza, Rumania, Sudáfrica, Argentina, EE.UU., Nueva Zelanda, Noruega, Reino Unido, Portugal, Kenia, Sahara Occidental, Palestina, Brasil, Nueva Caledonia, Singapur, Euskal Herria, Samoa, Kurdistán, Italia, Bolivia, Antigua y Barbuda y México, llegamos cargando a nuestros muertos e historia para encontrarnos aquí, en unidad, como pueblos, comunidades y movimientos del Sur Global, para alzar nuestras voces ante la crisis global del agua, la militarización, los megaproyectos, el desplazamiento forzado de nuestras comunidades, la mercantilización de la vida, así como la inacción de los gobiernos y organismos internacionales por la crisis climática, que marca una guerra contra nuestros pueblos y la naturaleza. La AntiCOP surge como respuesta autónoma y descentralizada, como un espacio para articular nuestras luchas y proponer alternativas concretas que fortalezcan nuestros territorios, que nos permita defender nuestros bienes naturales y que dignifiquen nuestras formas de vida.

Queremos denunciar el peligro del regreso de Donald Trump a la presidencia de EE. UU. como un grave síntoma de la crisis civilizatoria y una amenaza para la justicia climática y los derechos humanos, en especial de personas racializadas. Si bien, sabemos que ambos partidos contendientes siguen lógicas de despojo, discriminación y genocidio, su política específica, basada en el nacionalismo, el racismo y la hostilidad hacia las personas migrantes, refuerza la violencia estructural en las fronteras y perpetúa un sistema global de desigualdad. Este hecho forma parte del ascenso global de la ultraderecha, que impulsa un orden internacional de exclusión, xenofobia y neocolonialismo extractivista, en el que los pueblos del Sur Global y las personas migrantes son sacrificados por el crecimiento económico y la expansión territorial.

La criminalización de las personas migrantes, periodistas, personas defensoras de derechos humanos, sumado a la militarización de los territorios, restringen la autodeterminación de los pueblos del Sur. En este contexto, migrar se convierte en un acto de resistencia frente a las políticas extractivistas y las crisis climáticas. Las fronteras, más que muros físicos, se transforman en barreras invisibles que limitan los derechos humanos y el acceso a la dignidad.

Los megaproyectos, impulsados por líderes y empresarios de ultraderecha e incluso ”progresistas”, reconfiguran en nombre del progreso y desarrollo los territorios al generar condiciones de vida insostenibles en las comunidades afectadas por la extracción y sobreexplotación de los bienes naturales. Estas acciones profundizan los impactos de la Crisis Climática, desplazando a las personas hacia las fronteras de países que niegan el derecho a la movilidad. Además, estos proyectos no solo intensifican el despojo territorial, sino que también perpetúan la explotación de los pueblos del Sur Global. Mientras, las fronteras se utilizan como herramientas de control para proteger los intereses de las élites globales.

Los gobiernos, empresas y grupos criminales continúan perpetrando una profunda guerra contra los pueblos y la naturaleza para sostener este sistema heteropatriarcal, capitalista y colonial, que amenaza con destruir el planeta. Esta guerra se disfraza a través de procesos institucionales y oficiales que no resuelven de fondo los conflictos estructurales, ni responden a las necesidades territoriales colectivas. Nos queda claro que para salvar la vida, el pueblo solo tiene al pueblo y la rabia organizada es nuestro horizonte.

All COPs Are Bastards! Nos pronunciamos contra la COP29, que da inicio el día de hoy e intenta ocultar tras un hipócrita lavado verde, el historial de genocidio y ecocidio de Azerbaiyán y las atrocidades cometidas contra el Pueblo Armeno no son solo un capítulo oscuro de la historia, sino un eco de cómo la guerra y la explotación de recursos se entrelazan y exacerban la crisis climática y social que enfrentamos. La omisión durante la COP28 en Dubái del Genocidio al Pueblo Palestino es muestra de ello.

Hace unos días concluyó la COP16 de Biodiversidad en Cali, Colombia, en la que, a pesar de algunos logros generados por comunidades indígenas, en general se simuló una preocupación por la madre naturaleza, nuestros bienes naturales y territorios que resguardan el 80% de la Biodiversidad actual. Ante esto, nos volvemos a preguntar: ¿estaremos asistiendo otros 30 años para que no ocurra nada? Con esta premisa y ante la inminente COP30 (a realizarse en Belén, Brasil, en 2025), hacemos un llamado amplio, diverso, no centralizado y combativo a encontrarnos en la amazonía para seguir dialogando y construyendo desde la horizontalidad y la diversidad política.

Estas reflexiones resaltan la urgencia y la necesidad de la unidad entre los pueblos y movimientos del Sur Global, y de los sures del Norte Global para enfrentar las múltiples crisis que afectan nuestras vidas y territorios. Es así que, después de 5 días de trabajo, las más 250 personas que participamos durante el Encuentro Global por el Clima y la Vida - ANTICOP 2024, queremos compartir nuestros sentires, pensamientos y reflexiones colectivas.

1. Soberanía Territorial y Gestión Comunitaria del Agua

Reafirmamos que el agua es un derecho fundamental no una mercancía. La gestión comunitaria de los bienes comunes hídricos, a través de comités de agua locales e independientes son esenciales para implementar soluciones comunitarias como la captación de agua de lluvia o sistemas de filtración. También proponemos adoptar alternativas sostenibles, como los baños secos. Debemos proteger el agua de los intereses extractivos de las industrias que priorizan sus beneficios sobre el derecho humano a un bien esencial para la vida.

2. Educación Ambiental Intercultural

La educación ambiental intercultural, será clave para sensibilizar a las nuevas generaciones sobre la importancia de la defensa de la naturaleza, el agua, la biodiversidad y los sistemas ancestrales de cuidado del agua. Debemos empoderar a la juventud en la defensa de su territorio, a través de una conciencia crítica frente al modelo de consumo extractivo y mercantilista que nos ha llevado a la crisis actual. Proponemos adoptar sistemas de consumo responsable en nuestros hogares y comunidades.

3. Redes Globales de Resistencia y Articulación

Llamamos a la creación de una red global por el clima y la vida “AntiCOP”: un espacio digital y físico que conecte nuestras luchas en defensa del agua, el territorio y los derechos de las comunidades. Esta red permitirá compartir experiencias, recursos y coordinar acciones de manera sincronizada a nivel mundial, amplificando nuestras voces y asegurando la visibilidad de nuestras demandas ante las autoridades internacionales.

4. AntiCOP Regionales y Movilización Hacia la COP30

Las AntiCOP regionales serán esenciales para tomar decisiones colectivas, visibilizar nuestras demandas locales y conectar nuestras luchas. Proponemos caravanas de protesta que recorran diversos territorios hasta la sede de la COP. Con ello, buscamos visibilizar la resistencia de nuestros pueblos y exigir justicia climática. Asimismo, rechazamos las falsas soluciones climáticas impulsadas por las grandes potencias y las empresas, que solo benefician a unos pocos a costa de la vida y el bienestar de los pueblos del Sur Global.

5. Protección de Activistas y Espacios Seguros

El activismo en defensa del agua y la naturaleza es peligroso, y muchos de nuestros compañeros y compañeras enfrentan estigmatización, hostigamiento, represión, criminalización e incluso asesinatos. Exigimos espacios seguros para los activistas, donde puedan sanar y protegerse física, emocional y legalmente. Asimismo, proponemos redes y mecanismos de apoyo legal, comunicacional, tecnológico y en seguridad física y digital para las personas defensoras de derechos humanos, el territorio y el medio ambiente en los territorios más vulnerables.

6. Catálogo y Repositorio de Acciones Efectivas

Proponemos crear un catálogo de acciones efectivas y buenas prácticas, para compartir experiencias y estrategias comprobadas en la lucha por la defensa del agua y el territorio. Además, lanzaremos publicaciones impresas y digitales que reflejen nuestras historias, luchas y propuestas desde una perspectiva anticolonial, anti patriarcal y ecologista, desafiando el extractivismo cultural y visibilizando nuestras demandas.

7. Fondo Autónomo para Desastres Climáticos y Calendario de Lucha Colectiva

Es urgente crear un fondo autónomo y colectivo para enfrentar los desastres climáticos que afectan a nuestras comunidades, sin intermediarios que deslegitimen nuestros esfuerzos. Además, proponemos articular un calendario de lucha colectiva para 2025, aprovechando fechas clave como el Día de la Resistencia Indígena, o la Semana de Movilización Climática, para fortalecer nuestra resistencia y reivindicar nuestras demandas.

8. Nuevo Orden Económico Internacional

Desarrollar las propuestas para retomar la autonomía económica, alimentaria y territorial de los pueblos del Sur Global, exigiendo la anulación de las deudas colonialistas y financiamientos de los Bancos Multilaterales de Desarrollo que perpetúan el extractivismo. También exigimos el retorno de bienes saqueados por el Norte Global. Debemos empoderar a nuestras comunidades al hacerlas conscientes de que son las instituciones financieras, las personas ricas y poderosas del Norte, quienes están en deuda con nuestros territorios, que han sido saqueados y fragmentados para financiar su desarrollo.

Después de estas reflexiones, decidimos poner en común lo que somos, hacemos y soñamos, todo lo que salió bien y también lo que salió mal las victorias y derrotas, nuestras necesidades pero también nuestras capacidades, herramientas, habilidades y toda el compromiso que llevamos en nuestros corazones para construir ese otro mundo donde quepan muchos mundos, es así que nos hemos propuesto a:


Consolidar una red global por el clima y la vida que amplifique las luchas locales, comunitarias y territoriales.

Mapear los Proyectos Extractivistas e identificar sus fuentes de financiamientos en los territorios, generando reportes de impacto y estudios de casos locales. Esto permitirá documentar los efectos de megaproyectos y planificar estrategias de resistencia basadas en datos.

Fortalecer el ejercicio de la libre autodeterminación de los pueblos asegurando que las comunidades reciban información clara y detallada sobre los proyectos que les afectan, garantizando el respeto a sus decisiones y liderazgos locales, asegurando el consentimiento Libre, Previo, Informado y de Buena Fe. Esto para sumar al derecho de libre autodeterminación y no para legitimar los proyectos impuestos desde el estado.

Promover una educación sexual y cultura de autocuidado psicoemocional a través de alternativas comunitarias para combatir la violencia sexual y heteropatriarcal, exacerbada por el extractivismo y los megaproyectos colonialistas que afectan principalmente a las mujeres indígenas en defensa del territorio y especialmente a las compañeras trans.

Promover la organización estudiantil con capacitaciones para la movilización juvenil y estudiantil contra los combustibles fósiles y las industrias extractivistas.


Tipificar la crisis climática y el ecocidio como una guerra contra las personas y la naturaleza.

Recuperar tierras y prácticas precoloniales para promover iniciativas de revitalización de especies y sistemas agrícolas ancestrales.

Construir comunidades locales e internacionales fuertes y solidarias, con iniciativas de autosuficiencia fuera del mercado global, incluyendo prácticas como el tequio, el trueque, y los bancos de tiempo.

Promover la investigación y la implementación de energías renovables descentralizadas y comunitarias, así como la lucha contra el estigma que nos tacha de “anti-desarrollistas”.

Recopilar en una base de datos las buenas prácticas y experiencias exitosas en la lucha territorial.

Promover el cuidado del agua a través de la consolidación de sistemas de captación de agua de lluvia, purificación y reutilización de aguas grises; además del empleo de baños secos para gestionar adecuadamente los desechos humanos a través del compostaje y su posterior reincorporación al suelo para nutrirlo.

Estamos construyendo un calendario común para concentrar todas las actividades y acciones que compartimos y tenemos planeadas durante el próximo 2025, así como fechas conmemorativas y simbólicas que reivindicamos a lo largo del año dentro de nuestras agendas. Por ahora, compartimos las fechas y acuerdos:

1.- Movilización Global Dislocada por el Clima y la Vida a realizarse de manera simultánea en diferentes geografías el día 10 de Noviembre de 2025.

2.- Caravana Mesoamericana por el Clima y la Vida a realizarse entre el 11 de Octubre y 10 de Noviembre 2025.

3.- Encontrarnos en la Amazonía en el marco de la COP30, para compartir los avances y resultados de las tareas, trabajos y compromisos realizados en Oaxaca.

4.- Encuentro Mediterraneo contra las Guerras y Fronteras a realizarse en el Norte de África (fechas por definir).

5.- Hacemos pública la plataforma de los Espejos del Sur Global que será el medio por el que daremos seguimiento a los trabajos y compromisos digitales, invitamos a sumarse a ella para construirla colectivamente.
https://mirrorssouthglobal.org/quenes-somos/

La AntiCOP fue mucho más que una respuesta a la COP oficial, se convirtió en un espacio de encuentro y articulación de los pueblos en resistencia, un movimiento que desafía el extractivismo, el colonialismo verde y los megaproyectos que despojan a nuestras comunidades de sus recursos y tierras. De igual forma, es una articulación desde abajo que recuerda, imagina y construye otros mundos en armonía con los ecosistemas, la biodiversidad y la justicia. Desde la AntiCOP 2024, nos comprometemos a seguir construyendo juntxs, respetando nuestras diferencias y reconociendo nuestras luchas compartidas. Somos el Sur Global, somos los guardianes de nuestras tierras y culturas. Esta lucha es nuestra y la defendemos con determinación y unidad.

Ahora, acordamos no quedarnos calladxs ante las injusticias, criminalización, agresiones, amenazas, asesinatos y desapariciones de las personas que defienden la vida con la vida misma. Nuestra voz se ha convertido en una sola y nuestra palabra viajará por las regiones de los 5 continentes del planeta.

¡Por la vida, la tierra, la justicia y la dignidad de nuestros pueblos!

Encuentro Global por el Clima y la Vida - ANTICOP 2024, Oaxaca de Flores Magón, Ciudad de la Resistencia a 10 de noviembre de 2024, hoy inicia la COP29 en Azerbaiyán y estamos a un año de la COP30 en Brasil



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FINAL STATEMENT


“Through the mirrors and reflections of our existences-resistances, we see similarities and differences that reveal the diversity of cultural roots across each geography of the planet, where each environment transforms and transmutes us collectively.

Our mirrors project human lives with identities, memories, and multiple histories against historical assaults. Even amid cultural differences, our history is common when dispossession and destruction are configured in our territories, bringing pain and human suffering, along with the destruction and death of Mother Nature.


These experiences signify shared challenges faced by societies, peoples, and organized communities around the world, prompting us to rethink, share, and bond beyond borders, flags, and cultures—reclaiming the future amid adversity.


Thus, these gazes through the mirror observe, feel, and dream with the Other who gazes from the other side of that same mirror.”


In Defense of Land, Water, Territories, Climate Justice, and Life in the Global South.


From the five continents of the planet, with the presence of representatives from the Waorani, Yaqui, Purépecha, Zapotec, Chatino, Mixtec, Ngiwa, Chontales, Wayuu, Ikoots, Sami, K’Ana, Kanak, Maya Q’eqchi, and Nasa peoples, and from the geographies known as Colombia, Zambia, Aruba, Bonaire, West Papua, Baluchistan, Bolivia, El Salvador, Ecuador, Zimbabwe, Canada, Peru, Benin, Germany, the Netherlands, Guatemala, Switzerland, Romania, South Africa, Argentina, the U.S., New Zealand, Norway, the United Kingdom, Portugal, Kenya, Western Sahara, Palestine, Brazil, New Caledonia, Singapore, the Basque Country, Samoa, Kurdistan, Italy, Antigua and Barbuda, and Mexico, we have carried our dead and our histories to gather here in unity, as peoples, communities, and movements of the Global South, to raise our voices against the global water crisis, militarization and megaprojects, the forced displacement of our communities, the commodification of life, as well as the inaction of governments and international organizations in the face of the climate crisis, which marks a war against our peoples and nature. The AntiCOP emerges as an autonomous, decentralized response, a space to articulate our struggles and propose concrete alternatives that strengthen our territories, enable us to defend our natural resources, and dignify our ways of life.



We denounce the danger of Donald Trump’s return to the U.S. presidency as a severe symptom of a civilizational crisis and a threat to climate justice and human rights, especially for racialized people. While we know that both competing parties follow logics of dispossession, discrimination, and genocide, his specific policies, based on nationalism, racism, and hostility towards migrants, reinforce structural violence at borders and perpetuate a global system of inequality. This is part of the global rise of the far right, pushing an international order of exclusion, xenophobia, and neo-colonialist extractivism, in which the peoples of the Global South and migrants are sacrificed for economic growth and territorial expansion.




The criminalization of migrants, journalists, human rights defenders, and the militarization of territories, restrict the self-determination of the peoples of the South. In this context, migration becomes an act of resistance against extractivist policies and climate crises. Borders, more than physical walls, transform into invisible barriers that limit human rights and access to dignity.



Megaprojects, promoted by far-right leaders and even “progressives” ones, reshape territories in the name of progress and development by creating unsustainable living conditions for communities affected by resource extraction and overexploitation. These actions exacerbate the impacts of the Climate Crisis, displacing people toward borders of countries that deny the right to mobility. These projects not only intensify territorial dispossession but also perpetuate the exploitation of the peoples of the Global South. Meanwhile, borders are used as control tools to protect the interests of global elites.




Governments, corporations, and criminal groups continue to wage a profound war against peoples and nature to sustain this heteropatriarchal, capitalist, colonial system that threatens to destroy the planet. This war is disguised through institutional and official processes that fail to resolve structural conflicts or meet collective territorial needs. It is clear to us that to save life, the people only have the people, and organized anger is our horizon.



All COPs Are Bastards! We stand against COP29, which attempts to obscure, with a hypocritical greenwashing, Azerbaijan's history of genocide and ecocide. The atrocities committed against the Armenian people are not just a dark chapter in history but an echo of how war and resource exploitation intertwine and exacerbate the climate and social crisis we face. The omission of the genocide against the Palestinian people at COP29 in Dubai stands as a prime example.

A few days ago, the COP16 on Biodiversity concluded in Cali, Colombia. Despite some achievements by indigenous communities, it generally feigned concern for Mother Nature, our natural resources, and indigenous territories that hold 80% of current biodiversity. In light of this, we ask again: will we attend another 30 years just for nothing to happen? With this premise and facing the imminent COP30 (to be held in Belém, Brazil, in 2025), we broadly, diversely, non-centrally, and combatively call on all to meet in the Amazon to continue dialogue and build from horizontality and political diversity.




These reflections underscore the urgency and necessity for unity between the peoples and movements of the Global South and the “souths” of the Global North to confront the multiple crises affecting our lives and territories. After five days of work, the more than 250 people who participated in the Global Encounter for Climate and Life - ANTICOP 2024, we want to share our feelings, thoughts, and actions that we have agreed to undertake.


1. Territorial Sovereignty and Community Water Management

We reaffirm that water is a fundamental right, not a commodity. Community management of water resources, through local and independent water committees, is essential for implementing community solutions such as rainwater harvesting or filtration systems. We also propose adopting sustainable alternatives like dry toilets. We must protect water from extractive industries that prioritize their profits over the human right to an essential resource for life.



2. Intercultural Environmental Education

Intercultural environmental education will be key to raising awareness among new generations about the importance of defending nature, water, biodiversity, and ancestral water care systems. We must empower youth in the defense of their territory through a critical consciousness against the extractive, commodifying consumption model that has led us to the current crisis. We propose adopting responsible consumption systems in our homes and communities.


3. Global Networks of Resistance and Articulation

We call for the creation of a global network for climate and life, “AntiCOP”: a digital and physical space that connects our struggles in defense of water, territory, and community rights. This network will allow us to share experiences, resources, and coordinate actions in a synchronized manner worldwide, amplifying our voices and ensuring the visibility of our demands before international authorities.

4. Regional AntiCOPs and Mobilization Towards COP30

Regional AntiCOPs are essential for collective decision-making, highlighting our local demands, and connecting our struggles. We propose protest caravans that travel through various territories to the COP site. With this, we aim to make visible our peoples' resistance and demand climate justice. Likewise, we reject false climate solutions promoted by major powers and corporations that benefit only a few at the cost of the lives and well-being of Global South peoples.



5. Protection of Activists and Safe Spaces

Activism in defense of water and nature is dangerous, and many of our comrades face stigmatization, harassment, repression, criminalization, and even assassination. We demand safe spaces for activists where they can heal and protect themselves physically, emotionally, and legally. We also propose support networks and mechanisms in legal, communicational, technological, and physical and digital security for human rights defenders, territory defenders, and environmentalists in the most vulnerable territories.


6. Catalog and Repository of Effective Actions

We propose creating a catalog of effective actions and best practices to share experiences and proven strategies in the fight for water and territory defense. Additionally, we will launch print and digital publications that reflect our histories, struggles, and proposals from an anti-colonial, anti-patriarchal, and ecologist perspective, challenging cultural extractivism and making our demands visible.


7. Autonomous Fund for Climate Disasters and Collective Struggle Calendar

It is urgent to create an autonomous and collective fund to address climate disasters affecting our communities, without intermediaries that delegitimize our efforts. Additionally, we propose articulating a collective struggle calendar for 2025, leveraging key dates like Indigenous Resistance Day or Climate Mobilization Week to strengthen our resistance and uphold our demands.


8. New International Economic Order

Develop proposals to regain economic, food and territorial autonomy for the peoples of the Global South, demanding the cancellation of colonialist debts and financing from Multilateral Development Banks that perpetuate extractivism. We also demand the return of assets looted by the Global North. We must empower our communities by making them aware that it is the financial institutions, the rich and powerful people of the North, who are indebted to our territories, which have been looted and fragmented to finance their development.


Proposals and Solutions:

Network for Climate and Life: A global network to amplify local, community, and territorial struggles.

Mapping of Extractive Projects: Identify and map extractive projects and their funding in territories, generating impact reports and local case studies. This will document the effects of megaprojects and help plan resistance strategies based on data.


Free, Prior, Informed and Good Faith Consent through mapping of extractive projects, ensure that communities receive clear and detailed information about the projects that affect them, guaranteeing respect for their decisions and local leadership, in order to add to the right of self-determination of indigenous communities and not to legitimize projects imposed by the state.


Promote sexual education and psycho emotional self-care: Develop community-based alternatives to combat sexual and heteropatriarchal violence, exacerbated by extractivism and colonialist megaprojects that primarily affect Indigenous women defending the land, especially trans comrades.


Student Organization Proposal: Promote training for youth and student mobilization against fossil fuels and extractive industries.


Recognition of the Climate Crisis and Ecocide as War Against People and Nature.

Recovery of Land and Precolonial Practices: Promote projects for revitalizing ancestral species and agricultural systems.

Structures of Autonomy and Solidarity: Build strong, supportive local and international communities with self-sufficiency initiatives outside the global market, including practices like communal work (tequio), bartering, and time banks.

Alternative Development from the Territory: Promote research and implementation of decentralized and community-driven renewable energy, while combating the stigma labeling us as “anti-development.”

Database for Sharing Best Practices: Collection of successful experiences in territorial struggles.

Promotion of Water Care: Consolidate systems for rainwater harvesting, purification, and gray water reuse, and employ dry toilets to properly manage human waste through composting and soil enrichment.




The AntiCOP is much more than a response to the official COP; it is a meeting and articulation space for people in resistance, a movement that challenges extractivism, green colonialism, and megaprojects that strip our communities of their resources and lands. It is a grassroots articulation that remembers, imagines, and builds other worlds in harmony with ecosystems, biodiversity, and justice. From AntiCOP 2024, we commit to continuing to build together, respecting our differences and recognizing our shared struggles. We are the Global South, the guardians of our lands and cultures. This struggle is ours, and we defend it with determination and unity.



Now, we agree not to remain silent in the face of injustices, criminalization, assaults, threats, murders, and disappearances of those who defend life with their very lives. Our voice has become one, and our message will travel across the five continents.



For the life, land, justice, and dignity of our people!